Todo buen jugador se ha puesto a observar con seguridad las actitudes de las personas que lo rodean, cuando está sentado en una mesa de blackjack, de ruleta o frente a una máquina tragamonedas.
Si observas con atención, podrás notar ciertos comportamientos, características y rasgos en la personalidad de otros usuarios con los que te has encontrado en las salas de juego.
Según el tiempo que pasan, la frecuencia con la que visitan los casinos y sus conductas de apuestas, podemos clasificar a los jugadores en cinco grandes grupos:
1. Jugador ocasional
Son aquellas personas que posiblemente entran a una sala por primera o segunda vez, por curiosidad o quizás porque han tenido la oportunidad de acercarse a una mesa de blackjack o de póker, a juegos de ruleta o slots online y quieren experimentar los juegos visitando un sitio físico.
Podrás reconocerlos porque antes de sentarse en una mesa o insertar crédito en una tragamonedas, estarán recorriendo todo el lugar observando a otros jugadores, para conocer la dinámica y finalmente intentar una apuesta con su dinero, en cantidades bajas.
En estas primeras experiencias, el jugador ocasional dedicará unas cuantas horas, solo el tiempo suficiente para revisar las diferentes opciones y realizar algunas apuestas.
2. Jugador racional
Es una persona que frecuenta los casinos esporádicamente, como una opción para ocupar su tiempo libre. Visita estos lugares una vez finaliza su jornada laboral o durante los fines de semana.
Apuesta por diversión, comparte un buen rato con otros jugadores que probablemente se conviertan en sus amigos, sin presentar conductas compulsivas ni poner en riesgo su patrimonio.
Para este tipo de usuario, las salas de juego son como un hobbie o pasatiempo, sin causar problemas financieros, familiares o sociales. Dedica un presupuesto para apostar y posiblemente no le preocupa si obtiene o no ganancias, pues su objetivo es disfrutar el momento.
3. Jugador frecuente
La principal característica del jugador frecuente es que tiene mucho tiempo libre, una buena capacidad económica y dedican muchas horas en los casinos, principalmente aquellos en los que las ganancias se logran en el largo plazo, siguiendo estrategias, como son los juegos de ruleta y las tragamonedas.
Este tipo de jugadores pasan largas jornadas en las salas, pero no necesariamente ponen en riesgo su patrimonio, pues establecen un presupuesto y juegan pequeñas sumas en su máquina preferida o eligen apuestas con mejores porcentajes de retorno, como las apuestas simples en las ruletas.
Como ocupan gran parte de su tiempo libre visitando estos lugares, también establecen relaciones de amistad con otros usuarios y personal, por lo que los casinos se convierten en un lugar en el que se sienten cómodos y felices. Así, su único objetivo no es hacerse millonarios pues es una forma de ocupar su tiempo de ocio, son usuarios que tratan de establecer métodos para obtener más ganancias que pérdidas.
4. Jugador profesional
Hay personas que dedican su tiempo y esfuerzo a estudiar las probabilidades numéricas en algunos juegos de suerte y azar, y dominarlas para ponerlas a su favor y generar ganancias que incluso les permite obtener ingresos para su subsistencia.
Este es el jugador profesional, el que analiza el juego, observa con cuidado las estadísticas, las probabilidades, las opciones que le pueden dar mejores opciones de ganar. Además, tiene claros los límites de sus apuestas, nunca actúa en forma compulsiva, ni pone en riesgo su patrimonio personal. Controla el tiempo que dedica al juego, así como lo haría con un trabajo para que o se convierta en un problema familiar o social.
5. Jugador ludópata
La ludopatía es una patología que desafortunadamente padecen algunas personas, consiste en una adicción por los juegos de azar y las apuestas, un deseo irreprimible que causa problemas económicos, sociales y familiares.
En los casinos probablemente has podido identificar a este tipo de jugador. Puede lucir ansioso, mostrar conductas compulsivas, se pone irritable cuando pierde y altamente excitado cuando gana, apuesta altas sumas de dinero, pasa muchas horas de juego, pues es incapaz de detenerse hasta que pierde todas sus fichas y no mide las consecuencias de sus apuestas.
Algunos jugadores ludópatas no se han dado cuenta que padecen de esta patología, por lo que no hacen nada para controlarla. Esta patología puede traer graves problemas en sus relaciones, en las finanzas hasta llegar a la bancarrota o adquirir altas deudas de juego, problemas laborales y de la salud, hasta problemas legales cuando las personas cometen delitos con el fin de conseguir dinero para apostar.
Otras formas de clasificar a los jugadores frecuentes o profesionales según su forma de apostar
En algunos juegos de casino en los que tienes la oportunidad de enfrentarte a otros jugadores, como por ejemplo el póker con sus diferentes variantes, es posible identificar diferentes formas de abordar el juego y apostar. Aunque esto puede ocurrir en cualquiera de las opciones que encuentras en la sala para probar tu suerte.
El pasivo o conservador
Es aquel que siente un gran miedo de arriesgar, juega a la fija apegándose a las reglas que dictan las probabilidades y estadísticas. Su interés nunca será ganar un gran bote, si eso significa apostar una alta suma de dinero.
El agresivo, pero conservador
Son jugadores más osados, pero no hacen apuestas absurdas contra las probabilidades numéricas. Pueden apostar sumas más altas, siempre y cuando sus posibilidades sean buenas. Son pacientes y saben cuándo es el momento de ser agresivos con las apuestas.
Este perfil es de cuidado cuando se trata de mesas de jugador contra jugador, pues son hábiles y difíciles de descifrar.
El agresivo o maniático
Son apostadores compulsivos, arriesgados, que quieren poner a la suerte a su favor constantemente. Es común que pierdan altas sumas de dinero, aunque ocasionalmente logran llevarse grandes pozos que alimentan su conducta maniática en el juego y querrán apostar más en el siguiente turno.